Controlar los excesos de Navidad no es fácil. Sin embargo, teniendo en cuenta algunas pautas podemos sobrevivir a esta época de sobrealimentación.
1.-Planificar bien las comidas.
La tendencia a la ganancia de kilos durante las fechas navideñas es que, aún sabiendo que ese día la comida y/o cena será excesiva, el resto del día se sigue comiendo igual o peor. Esto, al final del día, implica que probablemente hemos duplicado el consumo calórico.
No es buena idea no comer nada o muy poco en las demás comidas, pero sí moderar un poco más su cantidad si sabemos que ese día habrá excesos.
2.-Intentar priorizar frutas y verduras en las comidas.
Ya que ambos tipos de alimentos tienden a comerse en crudo y en cantidad; por ello, entre su bajo contenido calórico y su poder saciante, su consumo puede ayudarnos a refrenarnos respecto a otros alimentos menos interesantes nutricionalmente (y más calóricos).
3.-Elegir bien qué vamos a comer.
Aunque en muchos casos sea difícil, puede ahorrarnos problemas al día siguiente. Como ya hemos comentado se suele tender al exceso en las comidas navideñas, pero también se suele tender a la variedad, por lo que en ocasiones saber elegir qué comer y cuánta cantidad puede ahorrarnos disgustos al día siguiente (como problemas gastrointestinales, por ejemplo).
Por ejemplo, intentar priorizar las carnes más magras (pavo, pollo o conejo) respecto a las más grasas. Aunque la grasa por sí misma no ha demostrado ser perjudicial, muchos estudios sí han relacionado el exceso de grasas saturadas con enfermedad cardiovascular, e incluso con el cáncer, aunque siempre se trata de grasas en alimentos altamente procesados como pizzas, hamburguesas y demás comida rápida.
Asimismo, es recomendable tirar de grasas saludables (mono y poliinsaturadas) respecto a las procesadas; en este caso sería aconsejable el uso de aceite de oliva respecto a otros como el aceite de girasol o el aceite de palma, ¡y no olvidar jamás el potencial de los frutos secos, ricos en grasas saludables y con un alto poder saciante!
5.-Disminuir cantidad de postres y dulces.
La recomendación es siempre priorizar la fruta como postre y, si es posible, si somos amantes del chocolate siempre podemos probar el chocolate negro (70% cacao o superior); alrededor del 80-85% es un buen porcentaje de cacao, con mínimas cantidades de azúcar, el cual puede darle algo de sabor y hacer que nos sintamos mejor consumiéndolo sin caer en la trampa del azúcar.
6.-Disminuir ingesta de refrescos y bebidas alcohólicas.
El azúcar ha demostrado múltiples perjuicios contra la salud, concretamente el azúcar añadido, donde los refrescos destacan por su facilidad para ser consumidos, y para excedernos. De hecho, algunos estudios han demostrado que incluso tomar tan solo dos refrescos a la semana puede aumentar el riesgo de diabetes mellitus tipo 2, algo llamativo y a tener en cuenta.
En cuanto a las bebidas alcohólicas, intentar evitarlas, sustituyéndolas por agua a ser posible. Si nos mueve el hedonismo (consumo de alimentos o bebidas por simple placer), no es recomendable exceder más de una o dos dosis de alcohol en estas típicas comidas.
Comentarios
Publicar un comentario